Mueve mis caricias con tus manos
hasta que llegue
el fin del universo,
sigue meciendo la cama
simula ser
esqueje en mi cuerpo.
No sé qué hilo
me une a ti
que sin estar cosida
deseo seguir cosiendo.
Fue
No me hizo feliz
ni el libro,
ni la tarta de nata
que comí con la vista,
ni el anillo
que invitaba a una
vida junto a ti,
fue
mi pseuda muerte
al morder la manzana
en vaivén sobre ti.
Del libro inédito:Primer Labio