viernes, 22 de octubre de 2010

Pilar Sanabria Cañete

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Pilar Sanabria







Nace
en Córdoba en 1963. De pequeña vivió en Peñarroya-Pueblonuevo y luego pasó una temporada en Valencia y también en Madrid donde empezaría a hacer radio ―no sin burlar precintos y sorpresas policiales en la emisora clandestina Fhortaleza―. Allí viviría durante más de 20 años y cursaría sus estudios en la Escuela Oficial de Radio y Televisión. Fue en Madrid donde conoce personalmente a Vicente Aleixandre, encuentro que marcará su vida.
En la actualidad es una de las mejores voces radiofónicas no sólo de la provincia, desempeña su vívida labor en la cadena Onda Cero Radio de Córdoba.
Para ella escribir no es un hobby sino una forma de vida hasta el extremo de que la propia autora considera: “No podría concebir la vida sin la Poesía”. Y de esta manera de sentir y de vivir por y para la poesía nos encontramos con libros esculpidos en cada palabra como:
• La tregua del Barro
• Niebla -edición colectiva-
• Piscis de Ceniza
• Pasatiempo
• Ley de Vida
• Versos yacentes
• La cercana lejanía
• El intenso tiempo de las dunas
• Diacronías
• Corpus Anima
• Parte de guerra
• Efectos personales
• Estado natural
• Códigos y Espías
• Que no venga a mí tu reino.
Rafaela Hames dice acerca de él:

En “Que no venga a mi tu Reino” se dan cita sus constantes búsquedas e indagaciones cuajadas de imágenes surrealistas e incluso crípticas, ante las cuales hemos de situarnos con la misma actitud con que lo haríamos ante el envoltorio de una crisálida: Es necesaria una inteligencia de espíritu y una gratificante voluntad de liberar de su prisión nuestra capacidad intuitiva, para dejarnos conducir por los hilos de seda de sus versos, más allá, hasta la misma esencia desnuda y magnífica de su mensaje-mariposa, pues este recoge prodigiosamente la comunión del trauma y la celebración con que la vida nos embarga, conformando un único ente emocional cuya tensión otorga un contundente equilibrio al texto, trascendiendo a cuanto de sensorial existe en el espíritu y cuanto de espiritual existe en el cuerpo.

Y el último Depredador, presentado el 21 de enero del 2011.

Sus poemas aparecen en revistas como: Extramuros, Ficciones, Ánfora Nova, Astro, Ababol, Propaganda Literaria, Luces y Sombras, Baquiana... además de aparecer en Antologías como: Crátera, Antología de Poetas y Pintores cordobeses, Aldea Poética I, Los nuevos poetas, Voces Poéticas, De tu Tierra, Veinte poemas de amor, Pólvora blanca, Itinerario Interminable, Quinta del 63, Transgresoras, Tintas para la vida, Los poetas cordobeses al vino de Montilla Moriles, Homenaje al poeta cordobés Vicente Núñez...
Sin duda Pilar Sanabria vive, como dijo, para la Poesía, pues ha sido fundadora del Colectivo abierto de poetas cordobesas que también ha presidido, miembro del grupo literario Astro, coordinadora de diferentes ciclos poéticos en Córdoba como el celebrado en los emblemáticos Molinos de la Ribera durante la primavera del presente año, ha participado también en varias ediciones de Cosmopoética; y ha participado en innumerables lecturas del Círculo Andaluz de las Letras y de la Cátedra Juan Rejano de la Diputación de Córdoba.
A lo largo de esta trayectoria poética y laboral ha recibido entre otros los siguientes premios:

• I Premio de la Mutual Complutense de Alcalá de Henares
• I Premio de Poesía Ciudad de Peñarroya
• I Premio de Poesía Ciudad de Cantillana
• Mujerarte de Lucena
• XXIII Premio Juan Bernier de Poesía convocado por el Ateneo de Córdoba
Si ya es difícil la concesión de un premio literario en el plano laboral lo es aún más, y tanto en un campo como en el otro un premio no significa colocarlo en una estantería sino superarse día a día y dejarse la piel en el escenario, sea cual fuere.


• Premio Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer (1998) por su labor en el programa “La otra brújula”.
• Finalista por su espacio “El mirador” en los Premios Chico Mendes del Ayto. de Córdoba, como socia de honor de la Asociación de Espondilitis de Córdoba (1992),
• La Asociación Opción Luna de Empleadas del Hogar por su lucha por este colectivo,
• En 2001 el Colectivo de Lesbianas y Gays de Andalucía la premia por su constante trabajo a favor del respeto a la diversidad,
• La Asociación ACOJER en 2003 La J.A, la Diputación y el Ayuntamiento reconocen su trabajo a favor de la difusión cultural,
• En 2006 es FACUA quien la premia por su labor de difusión de los derechos de los Consumidores.
• En 2010 la Asociación de Esclerosis Múltiple por la divulgación de su colectivo.
• El Ayto. de Espiel por su labor en pro de la igualdad de hombres y mujeres
• Recientemente, el Ateneo de Córdoba le otorga, por decisión unánime, la Fiambrera de Plata.

Para terminar diría que lo más sorprendente de Pilar Sanabria es su calidez humana.
A continuación dejo unos poemas de su libro Efectos personales que Alejandro López Andrada opina sobre él:
La voz de Pilar hilvana una música secreta, anárquica y libre, que inunda las palabras y los versos cortantes como lágrimas de escarcha o puñales de sol en un suelo de granizo. Pocas voces poéticas de Córdoba o de Andalucía tienen la hermosa textura y la autenticidad de esta voz diferente, nítida y profunda, que traspasa las cosas, los objetos cotidianos, los muebles, los árboles, el humo de los bares, transformándolo todo en un decorado de emociones que titilan y se transparentan ante nuestros ojos como esas gotas de lluvia que, al anochecer, quedan temblando en las hojas de los chopos pocos minutos después del aguacero. Esa sensación de escuálida quietud, de serenidad febril, queda en el alma del lector que se adentra en los poemas doloridos, y también temblorosos, de este mágico poemario donde el dolor ilumina y reconforta, paradójicamente, a pesar de desangrarnos y desgarrarnos la piel de la mirada.

El libro lo inicia con este poema

OBJETOS PERDIDOS
Perderse perdida en el viejo truco del desamparo,
colgarse de árboles albinos
como aquel discóbolo infantil,
como un insulto nada emocionante.
No quisiera dramatizar
pero perderse es banalidad como la muerte,
minuciosa arteria de lejanía,
insípido bozal de olvido.

Perderse perdida, talada en pura sazón
para no volver a abrir tus labios pájaros
como una ornitóloga diestra en tu deseo,
para resbalar en una ternura vertical
nada convincente
más allá de mis monstruos
también perdidos,
resbalar en el ghetto de rumores
donde sonó tu carne,
en los watios donde la luna
jamás se reconoce,
con un botiquín que el mundo
me dejó por testamento,
despiojando a la rata rabiosa
que me roe el corazón.

Perderse perdida, víctima de tu sequía
en el hemisferio sur del alma,
co n un muñón en la armonía
y sólo el rumbo depredador
donde la memoria me extravía.


DIEZ MESES
(A mi padre: 6-12-2005)
Tatuado el frío
en los ojos de los vencejos.
A diez meses después de distancia
traspasas el espacio apátrida
de las manos más puras de la muerte.
No es posible la ficción de esta sombra,
la casa que deshace tus camisas,
los tazones de voluntad
que mamá se toma en las mañanas,
la fruta más perdida en tus sienes.

No es posible
que los músculos del mármol
puedan saber a naranja o primavera,
los tendones del tiempo
al brandy de tus formas.
Queda el ascensor
parado en la planta primera,
con tu edad de olor a esencia Loewe,
el buzón de aluminio
con tu nombre ocupado
arrastrando cartas que te envían.

No sé cuánto serás capaz de aguantar
tras esa frontera de almendras amargas
y el terrible látigo de las abejas de la lluvia.

Cuelgan tus llaves de mi alma en llamas
como un racimo de sábados
para hacer la compra contigo
y elegir qué comida ponemos
haciendo la señal de la cruz
de la rutina.

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